viernes, 30 de septiembre de 2016

Sistema-Capitalismo-Estado: cómo funciona, nos explota y destruye.

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A NOMBRE DEL SOCIALISMO SAQUEARON EL PAÍS
Hoy en América Latina y el mundo, hay una especie de insurrección, frente a las ideologías que hasta el momento han dominado el pensamiento de la humanidad, es algo así, que utilizando y prestándole la palabra a Michel Foucaullt, es la “rebelión de los saberes”, el despertar de la inteligencia de nuestras gentes, frente a ideologías impuestas, que han oprimido, acomplejado, sometido el conocimiento y los haceres originarios de nuestras propias naciones, para derrotar los límites y fronteras de la lógica del dominado, porque se trata de reencontrarnos con nosotros y dejar de lado los modelos sociales que impusieron ellos, son los nuevos senderos o terceros caminos, capaces de crear nuevas civilizaciones libres del dominio colonial y de los regímenes civilizatorios que hasta ahora hemos conocido.
Hoy más que nunca, las ideologías se disfrazan de utopías para seguir ocultando la perversidad que las mismas engendran, pues en ellas se concentra ese espejismo de las apariencias, donde la complejidad de los problemas sociales prometen resolverlos, problemas que son ocasionados por quienes las predican y las ejecutan en el ejercicio del poder, poder que simplemente reproduce relaciones de dominación y donde los dominados de manera alienada se resignan a convivir en condiciones de coloniaje.
Las ideologías, que hoy dominan el mundo, que aparecen como socialismos o capitalismos, son espacios donde la libertad, la igualdad, la democracia y la justicia social, solo quedan escritas en papeles llamadas constituciones y en posiciones declarativas de unas clases políticas corrompidas en el poder y donde a los pueblos se les otorga las simples migajas que las clases dominantes dan, para mantener sus dominios y de esta manera doblegar la resistencia de los más humildes.
En estos espacios, es donde hay que ubicar la grave crisis que hoy vive la humanidad, es una crisis que abarca todos los planos de la vida en sociedad, pues en ella no puede sobrevivir la humanidad, porque además los procesos de frustración y castración de las iniciativas creadoras son negadas y declaradas subversivas y por lo tanto aplastadas en nombre de la libertad, la democracia y la “autoridad” de eso que llaman “Estado”. Ese “Estado” impone la hegemonía, exclusión, amenaza, chantaje, represión, asesinato, intolerancia, culto a la personalidad, autocracia, dictaduras, ejercicio y abuso del poder.
Para nadie es un secreto, que el mundo está amarrado, entrampado, en medio de dos modelos económicos-sociales (capitalismo y socialismo), que no han sido capaces de independizar a la humanidad, al contrario, sus prácticas han asesinado, por la ambición que tienen sus clases políticas por el poder las utopías de los pueblos.
En numerosas oportunidades en el colectivo de Tercer Camino, hemos venido afirmando que en el mundo no se conoce el socialismo, lo que han llamado socialismo es una versión que se ha convertido en una especie de hibrido, donde se combinan formas de propiedad privada individual, con formas de propiedad privada del estado.
Todos los modelos societarios, que se generaron y nacieron alrededor del “marxismo” o bajo la influencia de éste, sencillamente fracasaron y fracaso producto de que tales “revoluciones”, fueron revoluciones atrapadas, amarradas, entrampadas y dependientes, de quienes pretendían repartirse el mundo, unos en nombre del capitalismo y los otros en nombre del socialismo. Un socialismo que nunca existió y que termino sin argumentos y razones para seguir sosteniéndolo y seguirse justificando.
Esos modelos llamados “socialismos” derribaron el capitalismo privado, pero en su ejecutoria pasaron a un capitalismo de estado, dejando en la estructura social y productiva las mismas contradicciones entre ricos y pobres, que dentro del capitalismo se genera, los mismos privilegios para una clase gobernante, que se burocratizo y corrompió en el ejercicio del poder.
La experiencia del mal llamado “socialismo”, mostró que aunque desprovisto de un mercado competitivo y de propiedad privada individual, funciono en la práctica, con los mismos mecanismos del capitalismo, la acumulación originaria del capital, se daba en la misma forma, extrayendo incluso plusvalía del trabajo asalariado y reservando la propiedad privada de los medios de producción, a una burocracia estatal colectivista.
Hasta el propio Adam Smith, considerado como el padre del liberalismo económico, en su obra “La Riqueza de las Naciones” refiriéndose a la distribución de la misma, indico: “Ninguna sociedad podrá ser floreciente y dichosa si la mayoría de ella es pobre y miserable”.
Pero qué capitalismo no es miserable, maligno y corrompido, pues el hecho de descansar sobre la propiedad privada, bien sea individual o de Estado, el mismo acumula el capital a través de la explotación humana o de la apropiación fraudulenta de los recursos colectivos de un país (acumulación delictiva del capital), donde la moral y los valores no cuentan, en el espectro de sociedades sometidas por el ejercicio del poder que da el “Estado”.
Si el capitalismo y el socialismo, no han sido capaces de darle a los pueblos a través de sus gobiernos la libertad, la igualdad y la fraternidad que ambos modelos pregonan, es porque son modelos agotados y sus prácticas sólo han servido para enriquecer a sus clases políticas y económicas, esa es la experiencia que nuestros pueblos han tenido de estos modelos y viejas civilizaciones a lo largo de su historia.
Los discursos que desarrollan ambas tendencias, son posiciones que en el fondo sólo rebelan sus intereses de clase, son discursos que utilizan la imaginación utópica, para engañar y manipular a nuestros pueblos, se basan en la problemática material y espiritual de las gentes, para avalar y legitimar su presencia en el quehacer cotidiano de nuestras sociedades, sembrando en los mismos posiciones ideológicas, que en la práctica representan la falsa conciencia y de esta manera surge la ideológica disfrazada de utopía.
Partiendo de estas generalidades, que han mostrado ambos sistemas a través de la historia, es necesario enfrentarse en todos los campos a la dominación colonial del eurocentrismo ideológico, con un nuevo pensamiento, que en el fondo desde nuestros propios procesos históricos ha sido sometido por los dominadores, que hoy plantean la recolonización de nuestro continente e incluso del propio planeta.

CAPITALISMO Y SOCIALISMO LAS DOS CARAS DE LA MISMA MONEDA,

lunes, 26 de septiembre de 2016